¡Salva el mundo!

En el silencio y la embriaguez del sueño,

donde se ilustran mis ilusiones y la lucidez de la alegría viene a conspirar  contra todo lo malo que pude imaginar. Todo lo que deseé viene a mi y me muestra un camino para poderlo alcanzar me enseña lo imposible de las cosas que debo realizar y así hacerlas posibilidad.

La inocencia de la credibilidad le da pies a lo que veo.

Dormir no es una opción pues el color podría no regresar. Soñar con lápiz en mano para no olvidar, no existen limites; tan solo debo sentir, gritar y dejarme llevar. 

No hay nadie más, solo yo y tu lector, ven y húyele a la realidad... Sonríe y desea que se cumplirá. Tanta grandeza como la que jamás creíste que cabría en ti, ¡ven!, cierra los ojos y deja tu lado sumiso obligandolo a no pensar en el tiempo y el espacio que debe ocupar, liberalo y dalo por perdido en el camino, atreveté a no tener amo y señor.